Anoche, luego de mucho tiempo, te soñé. Fue demasiado real,
tanto que al despertar aún dudaba, y mientras comprobaba si era verdad o no, caí
en el mismo sueño... Supongo que mi mente no soportó la idea de no volver a verte nunca más y te inventó otra vez.
Fue tan bueno reencontrarte en mis anhelos y evocar aquel dulce romance de antaño, cuando creía que tú también me podías amar y te quedarías a mi lado... No me parece casualidad que tu imagen y tu recuerdo aún
persistan de esa manera, desearía tanto que fuera una visión del futuro.
Yo sé que a pesar de todo, estamos más cerca de lo que te imaginas, y sólo quisiera que te hicieras real un día de estos, y me dejes decirte todo esto que aún llevo
guardado para ti... Porque para siempre, yo te espero, al ocaso de mis sueños.