Carta para Mj

[09-07-13]

Mj, tal vez no esperabas que te diera esta carta así de forma tan imprevista, soy consciente de que al principio quizás esto te resulte difícil de entender pero necesito que sepas esto que llevo guardado y espero tomes de la mejor forma lo que leerás en las siguientes líneas.

No sé exactamente qué pasó en el momento que te entregué este papel, pero lo más probable es que no me atreví a decirte en persona eso que tanto planeé los últimos días.

Pero de todas formas necesitaba decirte esto de alguna manera, y se me ocurrió escribir estas líneas como último recurso para expresar mi sentir. Y por qué no, tal vez, reflejar mejor todo lo que nunca te pude decir.

Ya han pasado varios meses desde el día que tuve la suerte de conocerte. De la nada apareciste una tarde, te sentaste frente a mí, giraste, sonreíste y poco a poco nació una gran amistad, que sin pensarlo, llegaría a significar mucho más para mí, y en el fondo siempre esperaba que también para ti.

El tiempo pasó y cuando me di cuenta mi vida había cambiado por completo... Mi mundo entero se iluminó, todo al fin tenía sentido y sólo porque tú estabas ahí. Cada segundo, cada instante, mi primer pensamiento al abrir los ojos fuiste tú, y yo, por primera vez en muchos años, era realmente feliz.

Quizá nunca te diste cuenta y no te podría culpar, porque incluso yo tardé en comprender y aceptar que me enamoré de ti. Y es que todo fue como cuando estás a punto de quedarte dormido, primero lentamente y de repente, de golpe, en el más profundo y hermoso sueño.

Aunque suene increíble, tonto e incluso insensato enamorarse así, en tan poco tiempo, no tienes idea de cuánto te he soñado, de cuánto te he escrito, de cuánto me has inspirado a seguir adelante.

Siempre sentí que yo te conocía desde mucho antes de verte por primera vez y que todos mis sueños, mis esperanzas, mis versos, todo mi pasado guardaba un anhelo que se manifestaba en ti apareciendo un día como una luz en mi camino y en mi vida.

En realidad, a mí me sobran motivos para quererte, sabes? dicen que cuando quieres de verdad a alguien, no es por nada superficial o material, sino porque cada vez que estás con esa persona la oyes cantar una canción que solo tú puedes escuchar. Y yo escuché tu dulce melodía de forma tan clara todo este tiempo.

Para mí, todo fue muy especial... No te imaginas como vibraba cada vez que te veía, la timidez al saludarte, la tranquilidad y la dicha que me deshacía al escuchar tu gentil voz, las tristes ganas de no querer despedirme de ti cada vez que te ibas, la emoción de contestarte cada llamada, la inmensa felicidad y las impacientes ganas de encontrar alguna excusa para volver a verte cualquier otro día...

El contemplar tus profundos ojos, con su brillo de inocencia; así como la sonrisa más tierna y hermosa que he visto en mi vida y tú cándida, delicada y elegante forma de ser, día a día me fueron sumergiendo sutilmente, hasta que quedé completamente enamorado. Todo fue como el sueño más bonito que jamás imaginé poder vivir... Sin embargo los sueños llegan despacio, pero se van tan rápido...

Y fue así como me perdí en la ganas de quererte más y ser parte de tu mundo, sin darme cuenta que yo sólo soy parte de aquellas personas que fueron puestas en tu camino para tratar de dibujar una sonrisa en tu rostro cada vez que fuese posible, para tratar de darte toda la alegría que pudiera y ver tu felicidad; pero como un simple espectador, que no debía estar nunca a tu lado ni ser feliz contigo, sólo ser feliz por ti, mientras el destino me diera el privilegio de estar cerca de ti.

Al final mi destino fue sólo ser una anécdota, una pequeña historia, un efímero capítulo en el libro de tu vida; de un chico muy bueno y lindo que trató de alegrar tus días y verte feliz en su corto paso por tu vida.

Querida Mj... Estas son las palabras que no te pude decir aquella tarde, y que tal vez nunca, nunca, jamás te podré decir ni hacer llegar a ti. Siento mucho si leer esto quizás te sorprendio de una forma inoportuna, la verdad espero que no haya sido así y de todas formas te pido disculpas por cualquier motivo que se escape de todo lo que hubiera soñado que sintieras al leer esta carta que redacté para ti con todo el corazón... Corazón que necesitaba que sepas que te quiso y te querrá a pesar de lo que sea que pase a partir de hoy.

Sólo me queda agradecerte con todo mi ser, por cada día que tu luz iluminó mi camino, por regalarme tu mirada y tu sonrisa tantas veces, por hacerme la persona más feliz del mundo el tiempo que tuve la mejor de las suertes, de haber pasado contigo como tu amigo.

Ahora que ya tienes una pequeña idea de todo lo que sentí por ti, esta es nuestra despedida Mj, de verdad fue un placer coincidir en esta vida contigo.

Y te escribo las palabras finales que me hubiese gustado decirte en persona este último día antes de dejarte ir:

“Mj no te puedo decir adiós, pues al cerrar los ojos otra vez volveremos a estar juntos tú y yo...

...Hasta siempre, querida princesa.”